«Cuando me siento abrumado, excesivamente triste, sin ganas de hacer nada, con dificultades para conciliar o mantener el sueño, con miedos o inseguridad, con dificultades de concentración o con dificultades para relacionarme con los demás (compañeros, pareja, etc.).»
«Cuando en la escuela me dicen que el niño es muy movido o que está en las nubes, le ha costado mucho hablar y caminar, solo dice algunas palabras, le molestan mucho los ruidos, no hay manera de que se vista, no hace caso, le tengo que repetir todo mil veces, cuando se enfada se pone tan agresivo que no sé qué hacer, le cuesta conciliar el sueño por la noche, desde hace unos meses hace el mismo ritual cuando entra en casa, tiene muchas manías, etc.»
«Cuando mi hijo presenta alguna conducta que le impide desarrollarse o aprender: miedos, tics, dificultad para aceptar los límites, agresividad, no querer ir a la escuela, dolores sin explicación médica, falta de atención, acoso escolar, impulsividad, etc.»
«Cuando compartir nuestras dificultades con otras personas que también sufren problemas similares, y trabajar juntos, nos puede ayudar a solucionarlos.»
«Cuando no entiendo a mi hijo cuando habla, aún no habla, parece que grita mucho, empieza frases sin terminarlas, le cuesta expresarse, confunde palabras, le cuesta leer o escribir, no pronuncia bien la erre, tartamudea, no me cuenta lo que hace en la escuela, etc.»